Desafiando lo analógico: Digitalizando la seguridad
Incluso hoy día, en pleno siglo XXI, en el auge de las redes sociales, la inteligencia artificial, la computación en nube y el 5G (incluso abriendo las puertas a mundo más exóticos como la computación cuántica), el sector de la seguridad por lo general sigue funcionando bajo las reglas del mundo analógico. Descubre por qué deberías estar digitalizando la seguridad de tu empresa en este artículo.
Si bien es cierto que poco a poco la digitalización va entrando en la seguridad (por poner un ejemplo, a través de IoT que facilita la identificación de incidentes), parece comprensible que aquello que tiene que garantizar nuestra seguridad evolucione con pies de plomo.
Pero debemos tener en cuenta que hoy en día el mundo es digital y, por tanto, la seguridad necesita dar un paso hacia la digitalización para poder mejorar su capacidad protectora.
Entrando un poco más en materia, el eslabón más “analógico”, también podríamos llamarlo lento, de la cadena es el ser humano ya que es la componente que tiene que identificar en última instancia un incidente, transmitir la información, poner en marcha y ejecutar las contramedidas y asegurarse de la vuelta a la normalidad.
Bajo esta perspectiva, parece intuitivo sugerir que el comienzo de la automatización del sector seguridad deba centrarse en mejorar la capacidad de actuación del ser humano en la cadena, ya sea quitándole responsabilidades críticas y/o repetitivas que puedan automatizarse o facilitándole realizar ciertas acciones como comunicar información. De esta forma, podrían no solo acelerarse las acciones sino mejorar la respuesta ya que se actuaría de forma más rápida y eficiente.
Pongamos un pequeño ejemplo práctico de lo expuesto hasta ahora, supongamos una planta industrial en la que, por un fallo eléctrico, se corta el suministro de energía. La dependencia del factor humano para identificar la incidencia, “buscar” el procedimiento de respuesta y comenzar a transmitir las tareas e información al personal involucrado hace que se invierta mucho tiempo, tiempo que puede ser crítico en la producción de dicha planta ya que podría repercutir en los beneficios de la compañía. En este escenario, poder llegar a automatizar o simplificar acciones del personal podría ayudar a ganar minutos importantes, pero… ¿cómo podría lograrse esto?
Por ejemplo, digitalizando el plan de respuesta y notificando información masivamente de forma sencilla. Si la persona responsable tuviera accesible de forma digital y más ágil el plan de respuesta podría ahorrarse el tiempo de buscarlo (o recordarlo) y, a su vez, poder enviar de forma sencilla información a cualquiera, se podría ganar el tiempo necesario en hacer múltiples llamadas telefónicas.
Estos minutos de diferencia entre una actuación más y menos digital podrían tener consecuencias muy diferentes para la compañía, como la pérdida material, de reputación o incluso de personal en el peor de los casos.
Cerrando la brecha entre lo analógico y lo digital en seguridad, la evolución es inevitable. En un mundo que demanda agilidad y eficiencia, la digitalización no es solo una opción, sino la clave para fortalecer la protección, reducir tiempos de respuesta y salvaguardar la continuidad de manera significativa.